Durante los tratamientos como efecto secundario y también como parte de la sintomatología, es habitual que aparezca sensación de distensión abdominal y flatulencia. Los gases son productos normales de la digestión, que pueden aumentar con el consumo de ciertos alimentos y con el aire que generamos cuando comemos. Para evitarlos, mientras duren estos síntomas es importante seguir las recomendaciones siguientes:
- Comer despacio, procurando masticar al máximo sin coger demasiado aire.
- Comer lo máximo incorporado que sea posible.
- Practicar ejercicio físico de manera regular en la medida que sea posible.
- Seguir las recomendaciones culinarias siguientes:
- Usar aquellas técnicas de cocción más ligeras: vapor, hervido, plancha, horno o microondas.
- Evitar las técnicas de cocción más grasas: fritos, rebozados y guisos con mucha grasa.
- Procurar evitar el uso de condimentos como la pimienta, el pimentón o la guindilla.
- Promover el uso de carminativos en las elaboraciones: menta, salvia, cilantro, ajedrea, romero, comino, cardamomo, canela, jengibre, manzanilla, anís o hinojo.
- Evitar:
- Consumir alimentos que pueden generar gases.
- Hacer comidas copiosas.
- Acostarse o estirarse inmediatamente después de una comida.
- Masticar chicle.
- Fumar.
- Beber líquidos con cañita.
- Consumir alimentos que pueden generar estreñimiento.
Alimentos que pueden generar gases:
- Bebidas con gas, a menos que se haya eliminado.
- Ciertos tipos de verduras: col, coliflor, col de Bruselas, pepino, zanahoria, alcachofa y cebolla.
- Legumbres: judías, habas, lentejas, guisantes, soja y garbanzos.
- Algunas frutas: ciruelas (frescas o deshidratadas), pasas, plátano, manzanas, piña y albaricoque. También el exceso de fruta en general.
- Lácteos y derivados en abundancia.
- Cereales completos o integrales y su salvado.
- Edulcorantes artificiales y chicles sin azúcar.
- Alimentos grasos en general: mantequilla, embutidos grasos, bollería y repostería, galletas, chocolates…
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